El curetaje se fundamenta en la remoción del tejido infectado inmediatamente después de la extracción que puede producir una infección sobre-agregada. Este principio es válido para todos los casos de exodoncia simple en la cual exista antecedentes de infección activa previa o la existencia de supuración. Este curetaje DEBE EVITARSE cuando el alveolo vacío corresponda a un diente retenido, especialmente el tercer molar inferior, ya que podemos lacerar en forma accidental el paquete vásculo-nervioso dentario inferior. Este grave accidente puede ocurrir cuando el curetaje se realiza después que el dentista culmina con la exodoncia del tercer molar y decide curetear el alveolo para evitar dejar restos óseos o dentarios (ver foto del lecho quirúrgico final después de la exodoncia de un tercer molar inferior). Por estas razones, es preferible realizar lavados con solución antiséptico (clorhexidina o similares) y realizar sólo un limado óseo de los bordes en donde exista exostosis o zonas previas de fresado. Estas precauciones nos evitarán complicaciones innecesarias como sangrado de la vena o arteria dentaria inferior, o peor aún, parestesia debido a la lesión del nervio dentario inferior.
viernes, 9 de octubre de 2009
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1 comentario:
Y el saco pericoronario cómo nos aseguramos que lo retiramos en su totalidad? Saludos y gracias.
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